Seguidores

miércoles, 25 de abril de 2012

Y es que a veces existen ¿sabes?


¿Que de que hablo? de los cuentos de hadas, por supuesto, de esos con los que soñábamos de pequeñas y olvidamos cuando nos hicimos mayores. Esos cuentos en los que la princesa está sola y triste y aparece el príncipe y la rescata de la soledad y el olvido. Esos en los que el mundo es de color rosa y la princesa, que siempre es hermosa, es aceptada y querida por todos. Esos en donde la gente sonríe, ríe, canta y baila, en los que nunca llueve, que aunque es de noche no estás sola. Esos cuentos.
Yo quiero mi propio cuento, quiero ser la princesa, quiero que aparezca mi príncipe y me salve de los malvados villanos del reino de la fantasía. Quiero que mi mundo sea de color de rosa, o mejor dicho de miles de colores de purpurina. ¿Y por qué no? ¿Por qué no vivir tu sueño? ¿Por qué no tener un vestido de color rosa a juego de unos preciosos zapatitos de cristal? ¿Por qué no tener una corona? ¿Por qué no tener tu propio reino? ¿Por qué no tener un cuento de erase una vez…?
¿Y por qué no intentarlo? Decíamos de pequeñas que seríamos princesas de mayores, pero nadie nos dijo que ser una princesa fuera fácil…

No hay comentarios:

Publicar un comentario