Hola aitatxi, hola amatxi.
Me he decidido a escribiros esta carta porque es la única forma en la que puedo expresar mis sentimientos plenamente, ya sabéis, otra cosa no, pero explayarme escribiendo lo hago, ya lo habéis comprobado en otras ocasiones.
Es difícil escribirles a las personas que te dieron la vida, creerme. Y he tenido la suerte que esas personas halláis sido vosotros, nadie podía haber sido mejor.
Me gustaría empezar por daros las gracias, por agradeceros haberme traído al mundo hace ya 18 años. Porque, obviamente, si no hubiera sido por vosotros dos, yo, ni Pedro, ni Adrián estaríamos hoy aquí.
Agradeceros también lo que hacéis día a día, que aunque yo haya tenido un mal día, aparecéis vosotros e intentáis hacerme ver las cosas desde el mejor lado posible, aunque luego yo no haga ni caso y vuelva a mi cabezonería. Y hablando de cabezonería, que me imagino que habré heredado de vosotros y que es algo extraña porque insistimos tres veces y luego ya nos callamos aunque mi terquedad la mayoría de las veces va mas allá y no me canso de ser cabezona. Porque la gente dice que somos muy parecidos físicamente (porque soy igualita-igualita que mi madre y otras veces igualita-igualita que mi padre jaja), sin embargo, a la hora de pensar, chocamos mucho, quizás sea por eso, porque pensamos cosas diferentes, o porque quizás seamos los tres unos grandes cabezones que no queremos entrar en razón.
Pero aunque tengamos nuestras diferencias, y más de una vez nos hayamos enfadado… Vosotros siempre habéis estado ahí, como si no hubiera pasado nada, olvidándolo a los dos minutos…
Pero no ha sido solamente nuestra forma de pensar lo que ha hecho que nos enfademos muchas veces.
Mis caprichos, mis tonterías, mis chulerías, mis niñerías a veces, y siempre acabamos con lo mismo: que ya veré lo que vale un peine…
Pero bueno, no he escrito esto para recordar tonterías y enfados.
Y empiezo por ti ama:
Gracias ama por enseñarme a querer a todo el mundo, gracias por enseñarme a ser fuerte, gracias también por hacer de mi una mujer que desea triunfar y madurar y ser mejor persona y en ti tengo el ejemplo, por que eres mi heroína mi ejemplo a seguir, gracias por tu afecto, tus caricias, tus palabras y tus abrazos. Gracias por esos enfados que siempre acaban bien, y siempre acaban haciéndome ver que realmente tienes razón y que quizás yo deba ser menos egoísta…
Gracias por hacerme ver las cosas desde una perspectiva más amplia, es decir, no sólo encerrarme en lo que yo pienso y ya está, sino viendo otros puntos de vista, otros pensamientos…
Gracias por enfadarte conmigo tantas veces, y hacer que yo me ponga furiosa y quiera no volver a verte más… Pero es que eso es ser madre, aprender a decir a tus hijos lo que está bien y lo que está mal, aunque te duela.
Quería decirte, y voy acabando… Que eres mi ama, y siempre lo serás, me gustes para las cosas buenas o para las cosas malas, eres mi madre y sé que lo que haces por mí es por mi bien… Tal vez, ahora esté diciendo esto, y al cabo de una semana nos volvamos a enfadar, pero quiero que sepas que aunque diga cosas no muy acertadas a veces, creo que eres la mejor ama del mundo y que lo has hecho lo mejor que has sabido. Gracias… Te quiero mucho.
Hola aita, es tu turno.
No tengo palabras para agradecerte lo que día a día haces por mí. Desde levantarte a la misma hora que yo solamente para darme los buenos días y ya. Y me siento muy culpable por eso, porque, no todos los días, pero una mayoría de ellos, acabamos enfadados… Y realmente por tonterías… Porque yo he pasado mala noche, porque estoy nerviosa por un examen, porque tú me dices tantas veces lo mismo y yo solo te respondo contestándote mal, muy mal…
Y quería darte las gracias por eso y por mucho más.
Porque a pesar de enfadarnos cada mañana, cuando vuelvo del cole está la cama hecha, porque si te llamo para que me vengas a buscar vienes… Tantas cosas podría decir que haces cada día por mí que no acabaría nunca.
Pero, ¿qué quiero decir con todo esto?
Pues quiero decir que eres mi aita, el que se levantaba cada noche para darme de comer, para llevarme al baño, el que me cogía en brazos para calmarme…
Desde chiquitita has estado haciendo miles de cosas por mí, y ni mi vida entera valdría para devolverte eso mismo.
También te quiero dar las gracias por inculcarme a ser una buena persona, por no pensar mal de los demás, querer luchar día a día por mi futuro que sé que es una de las cosas que más os preocupan a la ama y a ti. Porque eres un gran ejemplo a seguir, porque estoy muy orgullosa de ti, porque me sorprendes cada día, y es que sabes de todo, porque te puedo pedir ayuda con lo que sea que lo conseguirás.
Quiero agradeceros desde lo más hondo de mi corazón el apoyo que me disteis en verano cuando no entre en biología. Sé que lo pasasteis igual de mal que yo, y lo entiendo perfectamente y a la vez agradeceros cada gesto que tenéis conmigo, cada ayuda, cada palabra,…
Gracias por estar ahí conmigo, a mi lado, en mis momentos buenos, en mis momentos malos…
Sé que os lo he hecho pasar realmente mal en alguna ocasión, pero tampoco creo que haya sido una gran decepción en ningún momento aunque puede que lo sea ahora, pero si una cosa me habéis enseñado es que de los errores se aprende. Aprovecho de antemano y os pido perdón si estáis decepcionados.
Que vosotros lo habéis hecho realmente bien, que al igual que yo y mis hermanos estamos orgullosos de vosotros, vosotros deberíais estarlo también de vosotros mismos.
Ya me encargaré yo de que os sintáis orgullosos de mí algún día.
Porque sé como padres que sois os parecerá mejor o peor, pero me daréis el mejor consejo que sepáis darme y estaréis conmigo en todo y para todo. Y eso es lo que más me gusta de vosotros.
Quiero ir acabando ya, pero antes deciros que sois lo más importante que puedo tener en la vida, que sin vosotros no sabría qué hacer, a dónde ir…
Os quiero muchísimo, y me encantaría poder decíroslo todos los días, pero tonta de mí que no me atrevo…
Termino esta carta diciéndoos que no podría vivir los suficientes años para demostraros lo mucho que os quiero y, sobre todo, para agradeceros todo lo que habéis, hacéis y haréis por mí.
Os quiero.
Un beso y muchos muxus.
Lucía
